Hola

Después de tanto tiempo sin escribir (varias semanas, he de admitir) tengo que decir que no he tenido tiempo, y que si lo he tenido, no he tenido ganas de escribir...
Las cosas han mejorado bastante desde la última vez que escribí. Ya no tengo problemas con mi mamá, y en la U todo me ha ido de maravilla.... Lo que me tiene un poco preocupada es mi padre, desde hace unos cuantos días, está bastante enfermo. Hace unas horas que le diagnosticaron meningitis, y a su edad (36) no es muy común. Pero mi papá es un hombre fuerte, seguro se le pasará pronto, espero.
Bueno, en la Universidad, a parte de mis asignaturas obligatorias, he decidido apuntarme a Teatro ( lunes y miércole) y a Montañismo (jueves), me mantienen bastante ocupada, creo que es lo que necesito, no quiero estar sola porque cuanto mas paso sola, mas tiempo me doy de pensar en tonterías :/
y eso es todo por hoy, no quiero seguir escribiendo.
Besos!

Hoy no

Hoy me siento bien. Hoy no es un mal dia, al menos de momento. Me he despertado hace poco mas de una hora, y en mi casa no había nadie, pero no me siento sola.


Son tantas cosas las que se me van acumulando... Pero hay que verle el lado positivo a todo. Ayer en la tarde, estaba aburrida y agobiada en casa, por lo que decidí que lo mejor sería salir a despejarme ¿qué mejor que eso, verdad? Bueno, el caso es que llegué a la plaza central del pueblo y había un caballero sentado a unos bancos de distancia de donde estaba sentada yo, se notaba que era de esos que viven en la calle... Pasada una media hora, decidí acercarme a él, con la excusa de si quería un cigarro... Le invité a un café pero me lo rechazó diciéndome que estaba servido ( en ese momento sacó una botellita de Ron de su bolsillo de la chaqueta) he de admitir que me dio un poco de pena, pero se respeta de todas formas.
Hablamos durante un par de horas, bueno, mas bien el hablaba y yo escuchaba.... Fue una escena bastante divertida, he de admitir... Siempre he pensado que la gente que vive en la calle tiene unas historias demasiado interesantes... Ya se sabe, detrás de cada cosa, hay una historia.


Una vez que dejé de hablar con el caballero, me dirigí a una pasteleria para tomar un café mientras saboreaba un rico psatel. El dueño de esa pastelería fue mi profesor de filosofía mientras estaba en el colegio. Hablamos durante un rato y acabó ofreciéndome trabajo para este verano!
Acepté encantadísima!
Asi que eso, asi es como se me van solucionando los problemas, o no solucionando, sino que pasando a segundo plano. Debo trabajar en el verano para pagar mi matrícula de la universidad y ahorrar  un poco para entrar el año que viene... Tengo tantas cosas por hacer, que siento que el tiempo pasa lento y rápido al mismo tiempo... ¿es posible?
Bueno, me despido.
Adiós!  besoos